La seguridad laboral en entornos industriales es, sin lugar a dudas, la prioridad número uno. En estos sectores, las actividades diarias suelen involucrar el manejo de maquinaria pesada, la exposición a sustancias químicas peligrosas y la ejecución de tareas físicas exigentes, lo que hace que la salud ocupacional y el bienestar de los trabajadores sean de máxima importancia.
Solo cuando se garantiza la seguridad laboral es posible desarrollar operaciones de calidad, productividad, sostenibilidad, Lean Manufacturing, entre otros. Por lo tanto, la excelencia en seguridad laboral en entornos industriales y la prevención de riesgos laborales se convierten en claves para acceder a otras herramientas de mejora, y no basta con cumplir solo los requisitos legales, es necesario ir más allá.
Para lograr este entorno seguro, es fundamental realizar una planificación de las actuaciones que se van a llevar a cabo a partir de un diagnóstico o auditoría inicial. Y es aquí donde interviene el Ingeniero de Organización Industrial, quien idealmente debería estar formado también en prevención de riesgos laborales para poder dar sentido técnico a las actuaciones que haya que acometer.
Como comentaba anteriormente, tras realizar una auditoría inicial, se podrán planificar acciones en dos áreas clave:
El plan debe ir enfocado a estos dos ejes, ya que está demostrado que mejorar solo uno no es suficiente para garantizar un entorno seguro. A continuación, profundizaremos en cada uno de estos puntos.
Eje de la mejora de la seguridad del entorno
Mediante el plan de acciones preventivas, elaborado tras una exhaustiva evaluación de riesgos, y el reporte diario de situaciones de riesgo por parte de los trabajadores, se priorizan y solucionan las condiciones peligrosas del entorno que podrían derivar un accidente. La participación de los trabajadores es fundamental, incluso sin son ellos mismos los que proponen soluciones.
En este proceso, se mejoran elementos como escaleras, iluminación, ruido, contaminantes atmosféricos, protecciones de máquinas, suelos, carretillas, y áreas de tránsito, entre otros. Estas acciones requieren principalmente inversión económica y, una vez implementadas, el nivel de riesgo disminuye o incluso desaparece.
Eje de la mejora de la actitud o percepción del riesgo
Este eje requiere una mayor inversión en recursos humanos, ya que se enfoca en trabajar directamente con las personas y está estrechamente ligado a la cultura de seguridad de la organización. Se trata de influir en las creencias a través de la conducta. Por ello, es crucial dedicar toda la formación y el esfuerzo necesarios para que los trabajadores puedan identificar riesgos, aplicar las medidas preventivas adecuadas en cada situación, y, además, comunicar cualquier riesgo detectado. También es importante que puedan proponer medidas temporales para reducir el riesgo hasta que se pueda corregir de manera definitiva.
En resumen, la seguridad laboral en entornos industriales no es solo una obligación legal, sino un pilar para la mejora continua y el desarrollo de ambientes más productivos y eficientes. Al combinar medidas técnicas para mejorar las condiciones del entorno con una sólida cultura de seguridad entre los empleados, las empresas pueden mitigar riesgos y mejorar la salud ocupacional. Con la participación de todos, es posible lograr un entorno más seguro y eficiente, alineado con las normativas de seguridad industrial.
Y recuerda que no hay empresa de primer nivel que no sea segura en su trabajo.
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