La curiosidad debe ser, junto con el esfuerzo y la creatividad, alguna de las principales características con las que sin duda debe contar el futuro titulado en el grado en Ingeniería de Organización Industrial. Aquella persona que afronte los retos y tenga la voluntad de crear, no encontrará obstáculos insalvables.
¿Cómo se fabrican las cosas? ¿Cómo se hace un simple lapicero? ¿Por qué las latas de refresco tienen la misma forma? ¿Cómo es posible que una cartulina o un folio tengan un precio tan económico? ¿Has pensado lo que supone dotar al mercado de pilas para tu ratón? Y la industria textil ¿Cómo se organiza? Y la automovilística ¿Cómo aúna tecnología, innovación y precios? Así se podría continuar con incontables ejemplos para tratar de exponer la capacidad que ha tenido y tiene la industria para resolver las dificultades mediante la creación de ideas, optimización de los procesos y la especialización de los sectores.
Para dar respuesta a estas cuestiones y entender cómo se realiza actualmente la fabricación de productos y la mejora de procesos, cabe preguntarse en primer lugar qué caracteriza a un proceso industrial independientemente del sector al que nos refiramos. Si atendemos a su definición, son todas aquellas actividades que transforman las materias primas en un bien o producto final, generalmente destinado a un público objetivo. No se trata de un concepto precisamente moderno, pues los desarrollos industriales comenzaron a surgir con la Revolución Industrial, a finales del siglo XVIII.
Son de suma importancia para la economía, ya que en caso de que no existan los procesos industriales la mayoría de los bienes que consideramos imprescindibles en nuestro día a día no existirían. Los consumidores se verían en la necesidad de usar los recursos naturales en su estado original, es decir, si se realizaran de forma artesanal resultarían demasiado caros para nuestro bolsillo. Además del encarecimiento, tendría consecuencias en cuanto a la variación de los productos resultantes, acabando con la estandarización, intercambiabilidad, fabricación de repuestos, etc. En resumen, la finalidad de un proceso industrial es hacer más fácil la vida del consumidor final, simplificar los métodos de producción y crear sociedades más prósperas.
Frecuentemente, son las empresas las que llevan a cabo la tarea de mejorar continuamente técnicas productivas optimizadas. Los equipos de trabajo tienen la capacidad de crear bienes o productos industriales a partir de unos recursos, actividades y herramientas.
Desde el punto de vista de la Ingeniería de Organización Industrial, se han de tener en cuenta tanto los aspectos técnicos como económicos que radican en la mejora de los procesos industriales, y de cómo el resultado repercutirá en beneficio de la empresa, de la sociedad y del medio ambiente.
Atendiendo al campo de la ingeniería, la tecnología se encarga de resolver los problemas prácticos mediante el diseño y construcción de productos técnicos aplicando conocimientos científicos y habilidades. Facilita las tareas complejas, reduce costes y optimiza los recursos. La constante evolución en el área tecnológica conlleva que las empresas deben tener muy presente la importancia de aplicar unas herramientas punteras en sus sistemas de producción, así como contar con personal adecuadamente formado.
Resulta obvio, por tanto, que cuánto mejor sean los medios técnicos y humanos, más bienes o productos se podrán lograr con los mismos recursos. Sin embargo, no debemos olvidar que los recursos disponibles son limitados y que tienen su origen en la naturaleza por lo que, si son explotados y usados de manera irresponsable e irrespetuosa, se generará una repercusión medioambiental negativa y comprometiendo nuestro futuro.
Si analizamos los procesos industriales desde un punto de vista económico podríamos remontarnos a las primeras teorías que surgieron junto con su aparición, en la ya mencionada primera Revolución Industrial. Quizás el autor más significativo sea Adam Smith, quien planteó la división del trabajo y especialización como un instrumento para alcanzar mayores niveles de productividad y eficiencia de la economía. Afortunadamente, desde el enunciado de sus tesis la sociedad ha avanzado mucho y hoy en día cuando se habla de la especialización, consiste en repartir las tareas de una organización de manera específica y determinada entre aquellos empleados que estén capacitados para las mismas, ya sea por habilidad o conocimiento intelectual.
En este punto también debemos hacer referencia brevemente a la denominada economía de escala, en la que una empresa reduce sus gastos de producción al expandirse. Esta disminución del coste de fabricación de productos y mejora de procesos no se da por el abaratamiento de las materias primas, sino que se debe a que cuanto más se produce, el beneficio también es mayor por cada unidad extra realizada. Las empresas aprovechan y optimizan los activos adquiridos y en los cuales invertimos dinero en el pasado.
El tema aquí tratado es muy amplio y animo a aquel que tenga interés o curiosidad, como se señala en el inicio, a profundizar e investigar más sobre la evolución que ha sufrido la producción industrial, en qué ideas se fundamentaron y en qué contexto social se desarrollaron.
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