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COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL  | 4 MIN DE LECTURA

¿Está TikTok acabando con el videoclip?

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Escrito por:
José Luis Carreño Villada
Profesor del grado en Comunicación Audiovisual
Aplicación de TikTok iniciándose en un smartphone

Decía David Saavedra, a través de la opinión de distintos profesionales, en su artículo de El País que TikTok se estaba erigiendo como una plataforma clave para la generación de contenido audiovisual en el mercado musical mainstream.

Con lo “audiovisual”, en el panorama musical, siempre ha existido un problema: los videoclips son muy difíciles de rentabilizar y sólo las grandes estrellas apostaban por hacer videoclips que se salieran de la norma y sirvieran de forma promocional como pudieron ser Thriller de Michael Jackson (1982) o Sabotage de los americanos Beastie Boys (1994).

La situación cambió con la hegemonía de YouTube, es en esta plataforma donde se ha podido volver a hablar de la rentabilidad del formato, aunque, al igual que pasa con Spotify, sólo aquellos productos que mayor engagement generan son los que acaban viendo redito en este tipo de productos.

Aplicación de YouTube en un smartphone sobre una mesa de madera junto a unos auriculares de color verde. Artistas internacionales como Rawl Alejandro o Camilo, que obviamente contactan con otro tipo de generaciones, o incluso C. Tangana o Rosalía han podido encontrar en YouTube una salida al videoclip, aunque no olvidemos que los títulos de las canciones más reproducidas en la plataforma siguen siendo una canción infantil sobre una familia de tiburones titulada Baby Shark Dance  y el clingy Despacito de Luis Fonsi.

Mientras YouTube entraba en el mercado musical, las voces de los críticos, especialmente de los más apocalípticos, clamaban al cielo y auguraban el fin de la música tal y como la conocíamos, atención spoiler: eso no sucedió. ¿Cambiaron las reglas del juego? Claro que sí. ¿Se hundió el mercado musical? Claro que no. Lo que sí apareció fue la posibilidad de que artistas emergentes tuvieran una nueva plataforma donde darse a conocer, ¿acaso hemos olvidado ya de donde salió Justin Bieber? Un nuevo paradigma que se ha entendido como la democratización de la música, aunque ahora cuesta encontrar material entre tanta oferta.

El salto a un nuevo modelo siempre da miedo. TikTok no es una plataforma rentable pero sí es una herramienta de promoción y ha sido un caldo de cultivo para otro tipo de música haciendo hueco a géneros y estilos más relacionados con lo urbano que con lo artístico en el pasado. Artistas como Roddy Rich o Lil Nas X han alcanzo fama mundial gracias a la red social.

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¿Es TikTok el enemigo de la música? No, no lo es. Otra cosa es si hablamos de la presión que ejercen los grandes sellos discográficos sobre sus artistas por intentar que se conviertan en generadores de contenido, por tratar de viralizar y monetizar cada palabra, cada gesto y cada baile. Algo que parecen no entender las grandes compañías discográficas es que Rosalía no es Ibai y no tiene sentido que Camela esté en The Wild Proyect. Aunque la compañía de Bustamante (Universal Music) parece haberlo entendido mandando a su artista a recibir los puñetazos de Mr. Jagger.

¿Entonces TikTok va a matar a la música? Claro que no. La música es una forma de expresión que en los años sesenta dio un paso hacia adelante acompañándose con una pieza de vídeo, que en el 2000 obligó a los artistas a ofrecer “un algo más” que serían los videoclips que se popularizarían en YouTube y en que en pleno 2022 parece estar obligando a los artistas a dar otro salto, en este caso de formato. El vídeo vertical le va ganando terreno, el estribillo se convierte en 60 segundos de contenido viral y el baile, en algunos estilos, es casi obligatorio.

A nivel consumidor: los románticos seguirán comprándose un vinilo y disfrutándolo en su casa mientras recuerdan tiempo mejores, mientras que los más atrevidos descargarán la app y pondrán '#musica' (con tilde salen menos resultados) en busca de nuevos artistas o tratando de conocer más sobre algunos ya consagrados.

Una joven baila en el salón de su casa escuchando música desde el smartphone a través de sus auriculares A nivel artístico y musical: aparecerán nuevos hitos, algunos se sabrán adaptar e incluso generarán contenido para sus usuarios a fin de tener una comunicación más personal con su público y su audiencia, mientras que otros pondrán el grito en el cielo, se quejarán de que la industria ya no es lo que era y que están asesinando a la profesión.

El debate vuelve a ser el mismo que marcaba Umberto Eco cuando aparecían los medios de comunicación de masas y solo aquellos que forman parte de mercado audiovisual o musical son los que tienen que decidir a que tipo de industria quieren pertenecer ¿a la apocalíptica o a la integrada?

Nueva llamada a la acción

Publicado el 18 de agosto del 2022 - Actualizado el 29 de agosto del 2022

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