La situación sanitaria que vivimos por desgracia desde hace meses nos ha hecho cambiar la perspectiva en prácticamente todos los ámbitos. Ya no nos relacionamos con los demás de una forma tan cercana, las compras online son una opción que cada vez gana más terreno y el teletrabajo parece que ha venido para quedarse en muchos sectores. En este año 2020, son muchas las profesiones que están cambiando y adaptándose a la nueva normalidad: la fisioterapia, también.
Fisioterapia y Coronavirus
Durante la denominada primera ola de la pandemia los fisioterapeutas no solo fueron referentes en la rehabilitación de ictus, prótesis de cadera o esguinces de tobillo; si no que ganaron notoriedad en el tratamiento de pacientes críticos. La fisioterapia respiratoria, esa gran olvidada en tiempos pasados, ha demostrado ser una herramienta esencial para el manejo de los pacientes graves con coronavirus.
Entre el mes de marzo y abril, los medios de comunicación se hicieron eco de los beneficios de poner al paciente de las UCI en decúbito prono (en términos comunes, tumbado boca abajo) para favorecer la ventilación y eliminar secreciones de las vías respiratorias (los mocos, nos traen de cabeza a los fisioterapeutas). También se puso de manifiesto la importancia de la movilización temprana de los pacientes encamados con el fin de minimizar las secuelas.
Centrándonos en este tema; debemos saber que esta inmovilización trae consigo, entre otras cosas, una pérdida considerable de masa muscular, conocida como sarcopenia.
La sarcopenia comienza en torno a los 30 años y se acentúa a partir de los 65 o 70. En los varones el proceso es más progresivo y en las mujeres el descenso es muy brusco coincidiendo con la menopausia. Para combatirla la mejor arma que tenemos es el movimiento. Imagina qué ocurre en un individuo que debe pasar semanas en una cama con una movilidad casi inexistente; el proceso se acelera a pasos agigantados. De ahí la importancia del movimiento como agente terapéutico, o cinesiterapia.
Los fisioterapeutas que han estado trabajando en primera línea en los centros hospitalarios, se han encargado de minimizar el tiempo de estancia en unidades de pacientes críticos, así como las secuelas posteriores. Esperemos que esto haya tenido efecto en las diferentes administraciones y la fisioterapia se considere como la profesión sanitaria de primer nivel que es.
Afortunadamente, muchos de los enfermos de COVID-19 acaban superando la enfermedad. Pero, ¿En qué condiciones? Aún es pronto para saber el alcance y la magnitud real del problema. Muchos de ellos lo hacen arrastrando secuelas que limitan y dificultan su día a día.
Si como enfermo de coronavirus, padeces fatiga, dificultad para moverte, secuelas neurológicas, dolor muscular… debes de saber que la fisioterapia puede ayudarte a recuperar tu condición física para reincorporarte a la actividad en óptimas condiciones.
Ahora más que nunca, el fisioterapeuta debe ser considerado como referente sanitario; tanto en el periodo de enfermedad como abordando las secuelas que se presentan una vez que por fortuna los pacientes superan la fase activa de la enfermedad.
Si quieres saber más sobre el trabajo diario de los fisioterapeutas o sobre el grado en Fisioterapia, puedes ponerte en contacto con el Servicio de Admisiones de la la Universidad Europea Miguel de Cervantes en este enlace o llamando al 983 00 1000.
C/Padre Julio Chevalier, nº 2. 47012
Valladolid (España)
Llamanos al (+34) 983 00 1000
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