¿Por qué trabajar como ingeniero de organización industrial?

Permitidme que me presente, mi nombre es Emilio José García, y soy profesor de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) desde este curso en los grados de Administración y Dirección de Empresas (ADE) e Ingeniería de Organización Industrial. Mi carrera docente empieza en 2005 y se alarga hasta nuestros días.

Yo fui uno de los primeros titulados en ingeniería de organización industrial de mi universidad, allá en el año 2003, cuando todavía no estaba implantado el grado en la UEMC, y desde entonces, he desempeñado diferentes puestos en ocho compañías, desde micropymes de 15 trabajadores a multinacionales con más de 500.000.

En concreto, he realizado labores como ingeniero de proyectos, responsable de áreas como calidad, seguridad laboral, medioambiente, lean manufacturing, funciones de director de producción o de fábrica, y ahora desde hace algo más de dos años como ingeniero de ventas, en un área nueva para mí.

En este sentido, el campo laboral abarca una amplia gama de funciones de gran importancia y valor para las empresas, estrechamente relacionadas con las operaciones. Por consiguiente, el ingeniero de organización industrial se erige en una pieza fundamental en las organizaciones, gracias a su habilidad para identificar mejoras mediante el análisis y proponer soluciones que eliminan riesgos o costes innecesarios, con el objetivo de potenciar la competitividad de las empresas.

Durante estas dos décadas de carrera profesional, he tenido la oportunidad de trabajar con pequeños empresarios que estaban “de sol a sol” sacando su empresa adelante, y con equipos internacionales multidisciplinares en proyectos más globales. Esta flexibilidad de adaptación, también al tipo de empresa, es un punto fuerte, ya que cada vez las organizaciones de nuestro ámbito son más cambiantes y requieren proyectos de mejora continua. Estos desafíos son los que asume continuamente nuestra titulación.

Además de todo esto, que no es poco, la vocación docente es otra vía de trabajo. Como ya os he mencionado, me dedico a la docencia de manera complementaria con mi trabajo, con el objetivo de poder trasladar mis experiencias a los alumnos en aquellas cuestiones relacionadas con la titulación.

Ahora mismo, la parte teórica cualquiera la sabe, con internet se ha democratizado el acceso a las publicaciones, pero la parte actitudinal a la hora de enfrentarse a los problemas es bajo mi punto de vista el principal activo que los alumnos deben aprender en las aulas: cómo ser capaces de organizar un proyecto, cómo coordinar a sus equipos, cómo liderarlos, cómo empatizar con las personas... esta es la tarea complicada, lo que se denomina como soft skills, es lo que va a diferenciar un profesional de otro, y es realmente lo que los equipos docentes potenciamos en la UEMC.

En resumen, ser Ingeniero de Organización Industrial es una elección que vale la pena. Esta titulación técnica, altamente adaptable, te prepara para afrontar desafíos y ocupar diversas posiciones tanto en empresas pequeñas como en grandes corporaciones. Además, aporta valor a las empresas, convirtiéndose en un activo sumamente valioso en estos entornos VUCA en los que nos encontramos actualmente.