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NUTRICIÓN  | 3 MIN DE LECTURA

Coronavirus: 10 consejos para hacer una despensa saludable y duradera

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Escrito por:
Paula Crespo Escobar
Profesora del grado en Nutrición humana y dietética
Carro de la compra con productos frescos: fruta, pan,aceite...

Las imágenes que circulan sobre largas colas en los supermercados, estanterías vacías y alarma sobre un posible desabastecimiento de alimentos, han hecho que la histeria se apodere de la población, llenando los carros de comida sin ningún tipo de control ni planificación. Esto puede dar lugar a que en pocos días nos encontremos con dos escenarios, y ninguno positivo: un aumento considerable de desperdicio alimentario y un aumento excesivo de productos poco saludables de los que hemos hecho acopio por miedo a quedarnos sin comida.

Ante esta situación generada por la alerta por coronavirus, Paula Crespo, nutricionista y profesora del grado en Nutrición de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, os propone 10 consejos para sobrellevar la estancia en casa, con una despensa saludable.

DESCUBRE EL GRADO EN NUTRICIÓN HUMANA Y DIETÉTICA

1. Las conservas, buenos aliados: legumbres o verduras en latas y botes de vidrio, así como atún, sardinas, caballa o moluscos al natural o en aceite de oliva. Son productos que nos permiten utilizarlos de forma rápida y aguantan mucho tiempo. También se pueden comprar las legumbres en seco para cocinarlas, bien como platos de cuchara, o aprovechar para innovar y hacer otras elaboraciones, por ejemplo: hamburguesas de legumbres.

2. Verduras congeladas: son un buen recurso para utilizar como acompañamiento de carnes y pescados, legumbres o en forma de revuelto.

3. Carne blancas y pescados: priorizar la compra de los congelados. Si se compran frescos, evitar comprar en grandes cantidades y si se hace, congelar nada más llegar a casa.

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4. Huevos: pueden almacenarse varios días en refrigeración, pero cuidado no controlar la temperatura (metiendo y sacándolos de la nevera) porque aumenta el riesgo de salmonelosis. También se pueden cocer varios huevos frescos y guardarlos en la nevera como recurso rápido.

5. Productos lácteos: evitar el acúmulo de leche fresca. En el caso de lácteos fermentados, tipo yogur, no hacer acopio de grandes cantidades por la fecha de caducidad. Los quesos semicurados, aguantan mejor que los frescos. Pero tampoco comprar y consumir en grandes cantidades.

6. Pastas, arroz, quinoa y pan: priorizar el consumo de estos productos en sus formas integrales, pero sin abusar de su consumo. Suelen ser platos a los que se recurre cuando hay menos tiempo para cocinar, pero si vamos a tener algo más de tiempo, evitar que su consumo sea diario. En cuanto al pan, para asegurar que dure más, mejor tostado pero también integral, evitar los panes con harinas refinadas.

DOBLE GRADO EN CIENCIAS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA + NUTRICIÓN HUMANA Y DIETÉTICA

7. Picoteos saludables: el aburrimiento y pasar más tiempo en casa, puede provocar más viajes a la cocina. Es importante, lo primero, intentar no recurrir a la comida, aunque sea saludable, como recurso para pasar el tiempo. Y en el caso de hacerlo, optar siempre por opciones saludables, que deben estar disponibles en casa. Algunos ejemplos: frutos secos al natural o tostados con una ración de fruta entera, un trozo de chocolate negro troceado con un yogur y trocitos de fruta, copos de avena con crema de frutos secos y yogur, encurtidos (pepinillos, cebolletas, etc), verdura en forma de 'fingers' que puede almacenarse y mojar en humus, guacamole o queso tipo 'Philadelphia' (en poca cantidad), tomates tipo cherry con queso, maíz en crudo a granel para hacer palomitas caseras, galletas caseras con harinas integrales y chocolate puro.

8. No acumular alimentos perecederos para evitar el desperdicio alimentario. Y de los perecederos, priorizar aquellos que duran más: coliflor, la col lombarda, col, zanahorias, patatas, cebollas, brócoli, lechuga, tomate y verduras en bolsa. Priorizar frutas no climatéricas: las que aguantan más tras su recolección (cítricos, granada, uvas, piña, fresas, frambuesas).

9. No acumular productos poco saludables: se come lo que hay en casa, así que cuanto menos de lo poco saludable, mejor. Parece una obviedad, pero a veces caemos en el error de comprar “por si acaso” y al final acabamos priorizando su consumo frente a opciones más saludables, porque siempre apetece más. Evitar bollería, galletas, lácteos y cereales, azucarados, embutidos, congelados tipo pizza, varitas de pescado, etc.

10. Actividad física: por último, pero no por ello menos importante, no dejemos de lado la actividad física, adaptada al entorno que tengamos. Aunque la reduzcamos, pero hay que procurar mantener algo de actividad física en casa. 

Nueva llamada a la acción

Publicado el 14 de marzo del 2020 - Actualizado el 5 de octubre del 2020
Categorías: NUTRICIÓN

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