Cuando vas a realizar la compra, ¿sueles incluir en tu cesta alimentos envasados? Si la respuesta ha sido afirmativa, ¿en qué sueles fijarte? ¿Has estado indeciso entre dos alimentos y tras leer el etiquetado alimentario has dejado uno de ellos en la estantería del supermercado?
Sabemos que tenemos que introducir en nuestro carro alimentos frescos, de temporada, lo menos procesados posible y sin envase. Pero, hay multitud de factores que afectan a nuestras decisiones alimentarias y provocan que escojamos alimentos o platos envasados. Así que queremos darte algunas claves para leer (y entender) correctamente las etiquetas de los alimentos y así escojas con criterio.
El listado de ingredientes es una de las menciones obligatorias dentro de la información alimentaria obligatoria que regular el Reglamento 1169/2011, sobre la información alimentaria facilitada al consumidor.
Lo más importante “cuantos menos ingredientes tenga mejor”. Hasta un máximo de 5 ingredientes estaría bien, siempre y cuando sean saludables.
Habitualmente, tendemos a comparar productos según las calorías, azúcares y grasas que se indican en las etiquetas alimentarias, pero resulta más necesario conocer los ingredientes del alimento para saber de qué está compuesto. En la mayoría de los productos, la calidad es más importante que la cantidad y para ello deberemos de revisar el tipo de azúcares añadidos y grasas, el porcentaje de harina integral que tiene y otros ingredientes que incluyan.
¡Y no olvides que los ingredientes siempre están escritos en orden decreciente, es decir, el primer ingrediente será el mayoritario y el último el minoritario!
Se refiere a la información que indica en las etiquetas de los alimentos el valor energético y los siguientes nutrientes: grasas, grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal. Los datos son numéricos por lo que se trata de información cuantitativa y no cualitativa. ¿Pero qué tenemos que revisar?
En España aún queda mucho trabajo por hacer. Así que para saber que un alimento tiene grasas hidrogenadas, recuerda que tendrás que leer en los ingredientes, pero no en la información nutricional.
Las declaraciones nutricionales se refieren a cualquier declaración que afirme, sugiera o dé a entender que un alimento posee propiedades nutricionales beneficiosas específicas y también están reguladas por normativa europea.
Hay multitud, pero las que más provocan cambios de comportamiento entre los consumidores son aquellas relacionadas con la disminución de calorías y bajo o escaso contenido en grasas e hidratos de carbono. ¡Lo que muchos no saben es que la industria alimentaria suele aprovechar estas declaraciones para añadir otros ingredientes con el fin de dar palatabilidad al producto, al haber reducido el contenido de otros!
Te compartimos cuáles son las más embaucadoras:
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