¿Y si estudio el grado en Terapia Ocupacional?

Hace ya un tiempo de mi paso por la Universidad como estudiante, algo más de 10 años desde que terminé mis estudios, ¡se dice pronto! Aunque lo recuerdo como si fuera ayer...

Era bastante más joven que ahora. Los años pasaron rápido, terminé Bachillerato, la Selectividad estaba a la vuelta de la esquina, ¿y después? Era etapa de cambios en todos los sentidos, de la rutina diaria, de los compañeros, de los estudios, de la forma de vida que había llevado hasta ahora…

No obstante mis andanzas como "universitaria" empezaron un año antes de comenzar mis estudios en Terapia Ocupacional y lejos de la que fue la ciudad en la que viví durante 18 años. Aunque comencé a estudiar otra carrera,  pronto me di cuenta que aquello que había elegido  "no era lo mío". ¿Qué iba a hacer yo ahora? No tenía ningún plan alternativo, no había un plan B.

Sí, lo primero, regresar a mi ciudad natal, ¿y ahora qué? Decidí volver a retomar los estudios universitarios, esta vez, eligiendo algo que fuera lo más afín a mí posible, dentro de la poca oferta universitaria que existía en mi ciudad.

Recuerdo que oí a alguien hablar de una  carrera que se llamaba "Terapia ocupacional" ¿Qué es eso? Me preguntaba yo con 19 años. Comencé a investigar y me matriculé. Tenía claro que mi decisión estaba entre Ciencias de la Salud y Ciencias de la salud, no existía otra opción y Terapia Ocupacional cumplía muchos de los requisitos que yo buscaba. ¿Qué significaba esto?

De repente comenzaba de nuevo la Universidad, donde pasaría los siguientes tres años, ya que en aquella época, antes del conocido como  Plan Bolonia y de la implantación de los grados, las diplomaras tenían esa duración.

Por aquellos entonces casi nadie sabía lo que era la Terapia Ocupacional, nadie conocía a ningún terapeuta ocupacional en activo, en Internet no se encontraba mucha información al respecto y los contenidos de las clases en la Universidad eran bastante diferentes a los de hoy en día. Los profesores que nos formaban eran sobre todo psicólogos, médicos... y sólo unos pocos eras terapeutas titulados. Menos mal que en las prácticas de último curso pude comprobar exactamente a qué se dedicaba un terapeuta ocupacional.

¿Pero qué era realmente la Terapia Ocupacional?, ¿por qué teníamos asignaturas raras?...  con el paso del tiempo entendí por qué las necesitaba. ¿Qué íbamos a hacer cuándo termináramos la carrera?, ¿cuál era realmente nuestra función como profesionales?, ¿podríamos trabajar en alguna parte? Esas dudas surgían constantemente en el ambiente de clase, con el resto de compañeros hasta los últimos años.

Cuando me preguntan ¿por qué decidí estudiar Terapia Ocupacional? No tengo respuesta, puesto que más que una decisión clara, fue un cúmulo de circunstancias que me llevaron a tomar ese camino. Pero si me preguntan ¿Por qué decidí continuar y finalizar Terapia Ocupacional? Entonces, sí hay una respuesta.

Estaba segura que iba a ser un terreno amplio, todavía por explotar y descubrir, y así fue. Nada más terminar la carrera conseguí mi primer trabajo, con la suerte de poder coincidir con dos compañeras más, que pudieron acompañarme y guiarme en mis inicios. Después, fui enlazando otros empleos hasta el día de hoy. Y gracias a ello, 10 años después puedo decir que mi experiencia laboral ha sido muy variada, lo que me ha permitido ir definiendo cuáles eran mis preferencias y gustos como profesional, qué es y no...

Comencé mi andadura profesional en el campo de la geriatría, trabajando en distintas residencias de mayores, fue un trabajo con un colectivo muy agradecido. Después, alguna pincelada en el área de neurorehabilitación, con adultos. También toqué una parte de atención domiciliaria, viendo de cerca la importancia de la autonomía, algo prioritario en la vida de cualquier persona, y en la de sus familiares. Y hasta el día, donde compagino mi trabajo en el campo de la discapacidad intelectual y salud mental con labores de docencia, los cuales me han hecho ver la Terapia Ocupacional desde otra perspectiva y poder abarcar muchas de sus áreas de trabajo que hasta entonces eran desconocidas para mí.

Todo ello me ha permitido conocer que mi gran pasión es el trabajo con personas y que dentro del grado en Terapia ocupacional, los ámbitos y colectivos a los que puedo dedicarme son muy amplios, al igual que las salidas; que en muchas ocasiones no hay un camino único a la solución correcta, y eso permite sacar de uno mismo toda la creatividad y ver las posibles alternativas; que en la vida los pequeños objetivos y los pequeños pasos, pueden llevarte a conseguir algo grande.